Wednesday, September 10, 2008

NUEVA FORMA DE ESCLAVITUD( parte 2 de tres)

Historia del trabajo en prisiones en EEUU

El trabajo de presos tiene sus raíces en la esclavitud. Después de la Guerra Civil de 1861, cuando un sistema de "renta de presos" fue introducido para continuar la tradición de la esclavitud. Los esclavos liberados fueron culpados de no cumplir con sus obligaciones de aparceros (producir la tierra del patrón a cambio de parte de la cosecha) o de pequeños robos —que muy rara vez eran probados— y entonces eran "alquilados" para la pizca de algodón, trabajar en las minas y construir ferrocarriles. En Georgia, desde 1870 hasta 1910 el 88 por ciento de los convictos alquilados eran negros.

En Alabama, 93 por ciento de los mineros "rentados" eran negros. En Mississipi, una gran finca de prisioneros semejante a las viejas haciendas esclavistas reemplazó al sistema de rentar convictos. La infame hacienda Parchman existió hasta 1972. Durante la época después de la Guerra Civil, las leyes Jim Crow de segregación racial se impusieron en todos los estados, decretando por mandato la segregación en escuelas, viviendas, matrimonios y muchos otros aspectos de la vida.

"Hoy, un nuevo grupo de leyes, de pronunciado carácter racista, impone el trabajo esclavista y los talleres de hambre en el sistema criminal de justicia, por medio de lo que se conoce como el Complejo Industrial de Prisiones", según analiza el Left Business Observer. ¿Quienes invierten? Por lo menos 37 estados han legalizado la contratación del trabajo de prisioneros a corporaciones privadas que montan sus operaciones dentro de las prisiones estatales. En la lista de las empresas clientes están la flor y nata de la corporaciones de EE.UU.: IBM, Boeing, Motorola, Microsoft, AT&T, Wireless, Texas Instrument, Dell, Compaq, Honeywell, Hewlett-Packard, Nortel, Lucent Technologies, 3Com, Intel, Northerm Telecom, TWA, Nordstrom, Revon, Macy's, Pierre Cardin, Target Stores, y muchas otras más.Todas estas empresas están entusiasmadas por el boom económico generado por el trabajo de los prisioneros. Solamente entre 1980 y 1994, las ganancias generadas ascendieron de 392 millones a 1.31 billones.

Los trabajadores prisioneros en la cárcel del estado generalmente reciben el mínimo de pago, pero en algunos estados como Colorado los salarios llegan a 2 dólares la hora. Pero en las prisiones privadas les llegan a pagar 17 centavos la hora por un máximo de seis horas diarias, lo que hace un pago de 20 dólares por mes. El máximo en la escala de pago es en la prisión CCA en Tennessee donde pagan 50 centavos por hora en el trabajo clasificado como "highly skilled positions", posición altamente calificada. Por esos precios, no es una sorpresa que los prisioneros les parezca una gran generosidad los pagos en cárceles federales.

"Allí puedes ganar 1.25 por hora y trabajar ocho horas al día a veces horas extras. Se puede mandar a casa hasta 200 ó 300 dólares al mes". Gracias al trabajo en las prisiones, los EE.UU. es nuevamente punto atrayente para las inversiones en trabajos que solamente estaban diseñados para el Tercer Mundo. Una compañía que operaba en una maquiladora de México finiquitó allá sus trabajos y los trasladó a la prisión estatal de San Quenton en California. En Texas una factoría despidió a sus 150 trabajadores y contrató los servicios de obreros/prisioneros de la prisión privada en Lockhart Texas, lugar donde también se ensamblan circuitos de tableros para compañías como la IBM y Compaq. El representante del Estado de Oregon Kevin Mannix exhortó hace poco a la Nike para que rebaje su producción en Indonesia a su estado natal, indicando a los fabricantes de calzado que "no habrán costos de transporte; les ofrecemos un trabajo competitivo de la prisión (aquí)".