Wednesday, November 11, 2009

Maleza Del Sur

Levantarse en las mañanas, tratar de convencer a su alma suicida , era la misión de el campesino que nunca tuvo campo. Como de costumbre florecía una imagen transparente de un cielo inquisidor del recuerdo de belleza antes contemplado, y lo transfería a esos días de esperanza , que solo el amanecer le podría brindar. La brisa tempranera, fria , eficaz para justificar la elaboración de una bebida de costumbre amarga, analiza en su capa superior del cuerpo, los deseos que abrazan oraciones , las cuales le darían energia a su fuerza.
Las opciones disponibles siempre fueron las misma, aunque la única diferencia existía en sus pedidos de mañana y suplicas para regresar a salvo en la culminación de la luz natural. La caminata habitual degrada suspiros involuntarios, expandido por su sequía natural en la piel, piadosa de cualquier exabrupto de olfato digerido en otra parte. El caparazón o escudo revestido, iguala el perfil de protección avanzado, que guarda las ganas ahorradas durante su laburo , y la convierte el simbolo autentico y neutral, dibujado por su meta en la vida .
Sus pisadas acumulan figuras, que si persisten en los años por venir, los menos que pensaran sus descubridores es que no son jeroglíficos de estudios, mas bien son pruebas de sacrificios, esfuerzos creados, justicia insípida, bohemia de peso, que se quedaran invisibles ante los pensamientos finales de final acto , que conlleva el cultivo de maleza.
El regreso apasionado y voluntario, retrata la imagen ignorante del día culminado, describiendo su imagen deteriorada en el espejo del alma, que solo da fuerza a seguir, por el grupo de quien lo espera y venera, sin poder ver nunca su adversario oculto, que amilana sus fuerzas , pulveriza sus logros, y alimenta silencioso su deseo de no hacer el recorrido jamas, pero que en las mañanas al comienzo de la luz original , tristemente le llegan recuerdos directos, los cuales dicen su única y valedera opción, que es seguir sembrando maleza en el sur.