Saturday, April 30, 2011

Ernesto Sabato (1911-2011)

Última actualización: Sábado, 30 de abril de 2011





Ernesto Sábato

Ernesto Sábato, además de novelista, fue defensor de los derechos humanos.


Ernesto Sabato, novelista, ensayista y humanista argentino, murió en Buenos Aires a la edad de 99 años.


Nacido en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911, Sabato abandonó una carrera de ciencias para dedicarse a la escritura.




Su más famosa novela, "El túnel", fue publicada en 1948 y fue inmediatamente elogiada como un clásico existencialista.


El autor solo publicó dos novelas más, "Sobre héroes y tumbas", en 1961, y "Abaddón el exterminador", en 1974.


A pesar de tener una pequeña obra literaria, esta fue complementada por varios ensayos sobre política, ciencia, moral y literatura.


Pero será recordado sobre todo por su lucha en defensa de los derechos humanos. Sabato fue un duro crítico de los gobiernos militares de los años 70 y 80, lo que le ganó el aprecio de la juventud estudiantil.


Al final del régimen militar, Sabato fue designado por el entonces presidente Raúl Alfonsín para encabezar la CONADEP, una comisión que investigó las violaciones de los derechos y la desaparición de personas durante la dictadura.


Aunque militó en el Partido Comunista durante su juventud, rechazaba cualquier afiliación partidista, diciendo que apoyaba todo lo que estuviera en contra de la corrupción.


Debido a su frágil estado de salud, sus últimos años los pasó recluido en su casa en las afueras de Buenos Aires.



Monday, April 18, 2011

Visiones

Las características visuales humanas adornan sus vacíos razonamientos. Observamos rigurosos comportamientos cuando las cuestiones vienen dada por papeles sin ningún valor que '' sobrepasan '' la sabiduría de la especie. Nosotros enfrentamos consecuencias de normas espirituales pasadas, laberintos con pasajes extremos de creencias de altísimas esferas, que se rebuscan en alegorías antiguas que aluden posibilidades superior de control. Las repuestas buscada a través de una bóveda celeste, nos han dejado un vacío inesperado, llenado solo con pruebas de constancia terrenal verdadera. Visualizamos objetivos efimeros, distorsionando la palabra, por el simple motivo de haber durado siglos sin desaparecer dichas metas . Las divisiones milenarias de la humanidad vienen dada por uniones mitológicas del pasado, aunque parezca contradictorio podemos expresar que nuestra desunión o desvinculación del uno del otro no son mas que expresiones de silencio de una, para dejar otra imponerse, con la salvedad que no es un sigilo voluntario, mas bien despótico. Nuestra mas fuerte influencia ordenada en el cuarto escalón de la era, nos trajo iluminacion visual sobre quienes teníamos derechos de existir y quienes no. Apoyada por sentencias de incredulidad, los dirigentes de aquella visiones fueron bastante rigurosos con todo aquel que no tuvieses ese dogma adherido en su alma. Se crearon expresiones cruzadas de expulsión de la faz terrestre, a todo aquel que no tuviera la luz establecida como único camino. Los debates siguientes, con tribunales celestiales , de origen humanos, fueron la culminación de intolerancia mas cruel que hemos conocidos, solo para someter a los no creyentes de la realidad mística impuesta. Es lo que recordamos en estos días.