Monday, August 17, 2009

Seguro no necesitaremos reformas

"QUE MAS DESPUES DE LEER" ............. "Nos encanta tratar la economía como un individuo, como si creciera tal como crece mi hijo. Pero ustedes saben que es mas bien una acumulación de millones de personas, hogares, empresas, y experiencias extremadamente variadas.
¿Y por qué se habla tan poco de esta variedad? Quizás porque guarda unos secretos que, si fueran discutidos en publico, causarían una peligrosa conmoción publica.
Fíjense, por ejemplo, en estos datos: en 2007, el diez por ciento de los hogares mas ricos en este país ganaron casi la mitad del ingreso total, y de cada dólar que produjo la economía, veinticinco centavos lo ganaron uno de cien hogares, los otros 99 hogares repartiendo lo demás.
Son datos fascinantes, porque indican que si el noventa por ciento de los hogares votaran con sus billeteras, el gobierno trabajaría a tiempo completo transfiriendo ingreso de los muy ricos a los bolsillos de la clase media. Pero este es un país donde el mero susurro de la palabra “impuesto” puede destruir una carrera política. ¿Será que la clase media no posee estos datos?
Para los ricos también son datos alarmantes. La última vez que vimos una concentración de riqueza como esta fue justo antes de la Gran Depresión de los años treinta. Ese golpe, y los acontecimientos posteriores – las políticas del presidente Roosevelt, la segunda guerra mundial – pusieron en marcha atrás esa concentración, y así quedó hasta los ochenta, cuando los muy ricos una vez mas ganaron una proporción creciente del ingreso total.
¿Será posible que este golpe, con sus semejanzas al de los treinta, augura otra sequía para los ultra-ricos? Esa posibilidad activaría a las tropas en Washington para derrotar a todo quien demandara más igualdad de ingreso.
Podría ser calamitosa una guerra entre los que viven de lo que ganan y los que pueden vivir sin ganar más. Mejor evitarlo guardando estos datos en secreto. Así que ¿esta columna? Nunca la leyeron."
Articulo publicado en el Diario la prensa por Chris Canavan, Economista que reside en la ciudad de NY.


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